El truco para que se conserve en perfecto estado y para que siempre esté delicioso a la hora de saborearlo consiste en conservarlo entre 15 y 18ºC, si hace demasiado calor es mejor introducirlo en el frigorífico, en la zona de menos frío y dentro de un recipiente hermético para protegerlo de olores y que el frío no lo haga cristalizar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario